Nos decidimos a ir a este restaurante cubano porque habían hecho una reforma en el local hace mas de 1 año y visto desde fuera se veía muy bonito. ¡ Todo ha cambiado! La decoración, la comida, los precios, etc; con decir que antes era mas un bar focalizado en la comida cubana y ahora tienen hasta comida española.
El local ha sufrido una reforma importante para bien,con muchos detalles "fashion" como la vajilla,los 2 LCD colgados de la pared.
Ahora bien,eso no justifica los elevados precios a los que antes nos referíamos. Comer a la carta ronda los 40€ con vino y postres incluidos, por menos de estos precios se me ocurren una lista bastante grande de restaurantes cubanos en Madrid. A todo esto hay que añadir que las cantidades tampoco son para saciar a un hambriento, vamos que cualquier modelo de pasarela Cibeles puede ir a comer perfectamente sin miedo a romper la báscula.
Probamos un poco de todo, unos tamales (masa de maíz cocida y rellena de carne) muy suaves que se deshacían en la boca,una yuca (tubérculo con mas sabor que la patata) con mojo bien elaborada y sazonada,un arroz especial de la casa muy sabroso,una ropa vieja (carne deshilachada) bastante lograda, unos moros y cristianos (arroz blanco con frijoles) algo secos,un tostón (plátano verde frito) relleno con gambas que no inspiraba gran cosa e insípido y por último, una pierna asada de puerco que debía ser del hermano biafreño del cerdito "Babe".
El servicio fue amable pero algo lento, siempre intentando agradar.
No creo que repita el ir a este restaurante, habiendo tantos en Madrid a mejor precio y mayores cantidades, e incluso mejorando en ciertos platos la calidad de los mismos.
Dirección: C/ Bravo Murillo, 10. Teléfono 91 447 15 47
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